PALACETES EN MADRID
El estudio de arquitectura Ideo Arquitectos ha rehabilitado una vivienda perteneciente a un conjunto palaciego de mitad del siglo XVIII localizado en el centro de Madrid.
Antiguamente los 120 metros cuadrados de este lugar estaban excesivamente divididos por tabiques y falsos techos, ocultando de este modo su gran altura libre, el entramado de madera que forma la estructura y los muros macizos de la arquitectura del siglo XVIII.
El equipo encabezado por Virginia del Barco tuvo como objetivo acabar esas capas añadidas con el tiempo dejando un espacio diáfano en su totalidad. De este modo se creó un lugar amplio y fluido que adopta su escala original.
Para conseguir este fin las zonas de estar, comedor y cocina se unifican en un mismo espacio, siendo la última de las estancias mencionada organizada alrededor de una isla de color negro que se asemeja a una escultura tallada de granito.
Según el estilo arquitectónico han procurado que sea un lenguaje actual ya que este estudio entiende que las intervenciones en edificios históricos deben responder a su tiempo. Por ello han usado molduras clásicas que no llegan hasta el techo, consiguiendo un estilo clásico y contemporáneo al mismo tiempo. Los rodapié están escondidos en la parte inferior del muro en vez de sobresalir.
El vestíbulo de entrada se separa de la cocina a través de un tabique creado por pletinas estructurales de acero. Además, se aprovecha dicho tabique para alojar un armario y diez zapateros de madera en su parte inferior.
Por otro lado la dueña del apartamento pidió una habitación de estudios para los hijos, por ello dividieron el espacio de estar comedor en dos zonas por una fina mampara de madera de haya y vidrio. Mediante el uso del vidrio textil y los paneles de madera en uno de los lados se ha logrado esconder un nuevo baño. Además, se ha eliminado el marco perimetral de la mampara, de modo que el vidrio está en contacto con los paramentos y dan un toque contemporáneo al ambiente.
Continuamos con el dormitorio principal, con un spa y paredes ocres de microcemento por todo el espacio. Además los tonos claros ayudan a la relajación y la localización del vidrio da luz natural a un lugar destinado al aislamiento.
Este proyecto me recuerda a un hotel diseñado por Tarruella Trenchs, ya que también se trataba de un palacete situado en Madrid, exactamente en la Calle Serrano.
Este estudio tenía que rehabilitar y diseñar el Hotel Icon Embassy by Petit Palace, en el que se mezclan diseño contemporáneo y el estilo clásico del edificio. Su imagen además invita a disfrutar de todos sus recovecos y funciona como la extensión de la calle gracias a su vegetación, tiendas de moda, terrazas y gastronomía. De este modo intentan recuperar la sofisticación del palacio.
El estudio aclara que el interiorismo del lugar se proyectó con un hilo conductor en negro sobre blanco, recordando el refinado aire francés y con la unión de sus espacios como son la recepción, restaurante, comedor y habitaciones.
Nada más entrar, el hotel se centra en las zonas más sociales. De este modo la recepción se queda a un lado, siendo la barra del bar la protagonista, un gran volumen de piedra negra que se une con la recepción por la parte posterior. La luz cenital del lucernario, el juego de reflejos, la abundante vegetación, las tramas lineales de madera negra situada en techos y celosías y el guiño a la moda con varios biombos estampados resumen perfectamente la filosofía del hotel.
Junto al vestíbulo encontramos el restaurante cafetería, más recogido y con menos luz natural, creando un espacio íntimo y cálido en contraste con el vestíbulo. En este se disponen bancos de piel y sillas de terciopelo, además de mantenerse los listones negros en el techo, lo que combina con las mesas de madera y librerías. Al fondo se encuentra el comedor con luz natural cenital, vegetación y mobiliario de exteriores que juega con la idea de invernadero. En este se emplean materiales como piedra, madera, mimbre, telas de lino y alfombras de fibras naturales.
Por otro lado, en las habitaciones, así como en el resto del hotel, prevalece el juego de blanco y negro, como puede verse en los listones de los techos y las paredes blancas, algo que da tranquilidad, confort y sofisticación.
En pasillos, suelos y techos de color negro se ve el contraste con paredes blancas y los apliques apantallados de luz tenue que señalizan las habitaciones.
Los detalles como los apliques citados anteriormente, los lavabos de hierro negro e incluso los murales geométricos de los servicios muestran el cuidado en todos los detalles. Asimismo, gracias al suelo de roble, a las alfombras de lana, cortinas de algodón, muebles de nogal y lámparas bajas, se logra obtener calidez en las habitaciones a la vez que elegancia.





























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